Un puente entre culturas: mundos y representaciones que se unen en las prácticas de enseñanza

Uma ponte entre culturas: mundos e representações que se cruzam nas práticas pedagógicas

A bridge between cultures: worlds and representations that come together in teaching practices





Kap, Miriam

Universidad Nacional de Mar del Plata- UBA,

miriamkap@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-3942-3364


Perrupato, Sebastián

Universidad Nacional de Mar del Plata - CONICET,

sperrupato@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-4228-9573



Sección: Extensión en movimiento

Recepción: 10/03/2025 Aceptación final: 23/07/2025



Para citación de este artículo: Kap, M. y Perrupato, S. (2025). Un puente entre culturas: mundos y representaciones que se unen en las prácticas de enseñanza. Revista Masquedós, 10(14), 1-11. https://doi.org/10.58313/masquedos.2024.v9.n12.000 





Resumen

El presente trabajo aborda, desde una perspectiva de la extensión crítica, la experiencia llevada adelante por el Grupo de Extensión en Innovación Educativa dependiente de la Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata. El proyecto de extensión llevado adelante desde el año 2018 busca tender puentes entre el dinamismo de las prácticas culturales de les estudiantes y la de les docentes a través de prácticas de enseñanza innovadoras que generen transformaciones al interior de las comunidades educativas. La experiencia reúne las voces de diferentes agentes comunitarios y extensionistas en relatos de bitácoras y entrevistas que conmueven al tiempo que invitan a una reflexión profunda sobre la escuela en la actualidad. Los principales hallazgos de la propuesta radican en la necesidad de articular prácticas de enseñanza que sean capaces de construir vínculos entre las culturas que habitan al interior de la escuela.

Palabras clave: Extensión universitaria; Transformaciones culturales; Innovación educativa; Prácticas de enseñanza; culturas estudiantiles.



Abstract

This paper addresses, from a critical outreach perspective, the experience carried out by the Educational Innovation Outreach Group of the Faculty of Humanities, National University of Mar del Plata. The outreach project, implemented since 2018, seeks to build bridges between the dynamic cultural practices of students and those of teachers through innovative teaching practices that generate transformations within educational communities. The experience brings together the voices of different community and outreach workers in blog posts and interviews that are moving and invite in-depth reflection on schools today. The main findings of the proposal lie in the need to articulate teaching practices capable of building bridges between the cultures within schools.

Keywords: University extension; Cultural transformations; Teaching practices; Educational innovation; student cultures.

Resumo

Este artigo aborda, a partir de uma perspectiva de extensão crítica, a experiência realizada pelo Grupo de Extensão em Inovação Educacional da Faculdade de Humanidades da Universidade Nacional de Mar del Plata. O projeto de extensão, implementado desde 2018, busca construir pontes entre as práticas culturais dinâmicas dos alunos e as dos professores por meio de práticas pedagógicas inovadoras que gerem transformações nas comunidades educacionais. A experiência reúne as vozes de diferentes agentes comunitários e de extensão em posts de blog e entrevistas que são comoventes e convidam a uma reflexão aprofundada sobre as escolas atuais. As principais conclusões da proposta residem na necessidade de articular práticas pedagógicas capazes de construir pontes entre as culturas dentro das escolas.

Palavras-chave: Extensão universitária; Transformações culturais; Inovação educacional; Práticas docentes; culturas estudantis.





Introducción

Cada entrevista que vivo es una invitación a compartir por unos breves momentos esos mundos adolescentes, muy disímiles unos de otros, muy particulares unos de otros, muy especiales cada uno. Siento que durante la entrevista les chiques me permiten entrar en algunos rincones muy suyos, y agradezco este gesto, agradezco enormemente esta invitación al compartir sus anhelos, miedos, inquietudes y esperanzas: elles desde un lugar espontáneo y transparente, tienden ese puente que me invita a cruzar por esos momentos a partir de la escucha de sus vivencias” (Andrea, 14/06/2024).



El relato de la bitácora de Andrea nos sumerge en un campo de sentidos en el que la extensión abre caminos, teje lazos y abre espacios entre el mundo de la juventud –poco habitado por personas adultas– y un universo docente que parece enfrascarse cada vez más en una cultura escolar a la que les estudiantes han dejado de pertenecer.

En el corazón de la educación contemporánea, surge el desafío de establecer vínculos entre las diversas culturas que convergen en el aula o que facilitan procesos de enseñanza y aprendizaje en distintos contextos escolares y extraescolares. El presente trabajo se propone presentar algunas líneas de análisis que desarrollamos desde el proyecto de extensión “Transformar la escuela y la universidad: mediaciones en la enseñanza, rediseños e innovaciones didácticas que construyen puentes” (OCA 766 /23) en el que buscamos explorar y fortalecer esos enlaces vitales entre el mundo académico y las realidades institucionales y estudiantiles.

Este proyecto, dirigido y co-dirigido respectivamente por Miriam Kap y Sebastián Perrupato, de carácter bianual y financiado por la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Mar del Plata, se propone como objetivo general rediseñar las prácticas de enseñanza y evaluación desarrolladas en diferentes contextos buscando alternativas innovadoras para garantizar una educación inclusiva, igualitaria y comprometidas socialmente que favorezcan aprendizajes significativos. Al tiempo que estructura tres objetivos específicos tendientes a: promover una revisión crítica de las prácticas de enseñanza que permitan reflexionar sobre la misma; generar la puesta en práctica de estrategias innovadoras de enseñanza, revalorizando la participación y aportes de estudiantes y docentes y acompañar a les docentes en el diseño, la reflexión y la implementación de las líneas de mejora de sus clases que incluyan diálogos con contextos cambiantes.

Las actividades que desarrollamos representan la continuidad de una labor iniciada en 2018, realizada de forma ininterrumpida en colaboración con instituciones educativas de la ciudad, ubicadas en barrios y contextos socioculturales diversos. Como resultado de este esfuerzo, en 2019 se constituyó el Grupo de Extensión en Innovación Educativa (OCA 1650/19), cuya articulación ha permitido integrar y visibilizar distintas actividades y proyectos.

Asimismo, el GEIE (Grupo de Extensión e Innovación Educativa) y sus iniciativas se articulan con la cátedra de Didáctica General de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata, espacios conformados por docentes de diversas disciplinas. Por este motivo, rescatamos la interdisciplinariedad y la curricularización de la extensión (Arocena et al., 2010), fusionando estas funciones con aquellas desarrolladas en el Grupo de Investigación en Didáctica, Educación y Transformaciones Culturales (OCA 893/23)1.

La cátedra y sus proyectos dan cuenta del desafío de trabajar en territorio, así como del compromiso de reinventar situaciones y experiencias de enseñanza y de aprendizaje que reflejen un trabajo colectivo y co-construido en diálogo con docentes, estudiantes, instituciones y comunidades, considerando diferentes contextos y perspectivas. En este sentido, el núcleo de las prácticas de enseñanza se entrelaza con variadas formas de pensamiento —disciplinar, institucional y comunitario—, lo que enriquece la construcción del conocimiento (Maggio, 2012), fomenta la generación de experiencias educativas (Burgos et al., 2008; Dewey, 2010) y propicia el desarrollo de configuraciones didácticas originales, transmedia y cada vez más híbridas (Kap, 2020).

La experiencia relatada reúne las voces de diferentes agentes comunitarios y extensionistas en relatos de bitácoras que conmueven al tiempo que invitan a una reflexión profunda sobre la escuela en la actualidad. De este modo, se toma como evidencia empírica el corpus documental de una decena de bitácoras que el grupo de extensionistas desarrollaron al final de cada experiencia en el campo, a lo que se suman las voces de les estudiantes de aquellas instituciones participantes que fueron entrevistados entre mayo y septiembre de 2024, y reunieron un corpus de cincuenta entrevistas.

Estas voces que surgen de las diversas instituciones con las que trabajamos (tanto de gestión pública como de gestión privada). El criterio de selección de les estudiantes entrevistades fue de tipo intencional, basado en su predisposición a participar y en un proceso de muestreo por efecto bola de nieve (Atkinson y Flint, 2001), en el que la circulación de la propuesta entre les participantes facilitó la ampliación progresiva del corpus. Esta modalidad permitió acceder a voces diversas, manteniendo como eje la voluntariedad y la confianza como condiciones éticas y relacionales del trabajo de campo.

Estas voces nos permiten posicionarnos desde una perspectiva crítica de la extensión en la que les actores

encuentran su propia voz, cartografían y desnaturalizan sus situaciones y los problemas del territorio, analizan el papel de la hegemonía en su pensamiento, lenguaje, acciones y relaciones, reflexionan sobre sus experiencias y emprenden acciones autónomas y transformadoras de las situaciones de opresión. (Macchiarola, 2022, p. 4).

El abordaje desde el cuál trabajamos implica pensar que los puentes entre las culturas, más allá de una metáfora, representan un ensamblaje (De Landa, 2021) tangible entre constituciones de sentido de docentes y estudiantes, entre la academia y la vida cotidiana. Del mismo modo, se trata de un esfuerzo consciente y sostenido por crear conexiones significativas entre diferentes formas de leer el mundo que habilitan diversas formas de ver, entender y experimentar (Chartier,1992). Según Bruner (1997), la cultura da forma a la mente, proporcionando el espacio mediante el cual construimos no solo nuestros entornos, sino también las concepciones acerca de nosotros mismos y nuestras facultades. Esta ventana permeable entre realidades se construye con reconocimiento mutuo, respeto por la diversidad y un genuino interés por el otro. Al entrelazarnos, creamos oportunidades para que el conocimiento fluya en direcciones divergentes y abiertas, enriqueciendo tanto a la comunidad como a docentes y estudiantes.

Los mundos y representaciones que se unen en las prácticas de enseñanza son vastos y disímiles. Por un lado, el mundo académico con sus teorías, metodologías y tradiciones, un mundo en el que les docentes parecerían sentirse más cómodos. Por otro lado, el universo de estudiantes, lleno de experiencias personales, culturas populares, tecnologizadas, híbridas o pardas (Perrupato, 2025). Cuando estos mundos se encuentran en el aula, surge una oportunidad única de crear prácticas de enseñanza relevantes y significativas, además de innovadoras, que crean vínculos originales con el conocimiento y enriquecen la perspectiva de la docencia.



Formas de conocer para construir espacios comunes

Nuestro trabajo propone volver a pensar, de manera colaborativa entre la Universidad y las Escuelas participantes, prácticas de enseñanza y de evaluación en distintos contextos, con el fin de encontrar alternativas que garanticen una educación inclusiva, igualitaria y socialmente comprometida, favoreciendo aprendizajes significativos, que consideren las transformaciones culturales contemporáneas.

Este enfoque dialoga con experiencias latinoamericanas contemporáneas como las desarrolladas en la Universidad de la República (Uruguay), donde la extensión crítica ha sido consolidada como práctica formativa, investigativa y transformadora del vínculo universidad-sociedad (Tommasino y Cano, 2016). Siguiendo a estos autores, como extensionistas nos volvemos partícipes conscientes de las tensiones y contradicciones histórico-sociales que redefinen la relación universidad-sociedad o, en nuestro caso, universidad-escuela.

Partimos del concepto de didáctica como una teoría acerca de las prácticas de la enseñanza contextualizada socio-históricamente (Litwin, 1996) y consideramos la articulación de dimensiones relevantes de la innovación en la enseñanza y las transformaciones educativas en el trabajo territorial, junto a las comunidades. En este sentido, amplificamos el concepto de didáctica hacia

una práctica reflexiva, situada, emergente, que impulsa a tomar riesgos ponderados, que documenta, crea teoría y constituye acciones de fuerte significación, con particular acento en el lugar decisivo que toda praxis –en su compleja articulación con la teoría– tiene para la construcción de conocimiento y la reflexión que despliega. (Kap, 2024, p. 35)

Siguiendo a Freire (2004), concebimos la educación como una práctica de libertad, emancipación y promoción del pensamiento crítico, que requiere la participación activa de estudiantes y jóvenes, transformando las prácticas de enseñanza en propuestas que no promuevan nuevas formas de exclusión (Sassen, 2015). Por este motivo, el primer año del proyecto se centró en aproximarnos a la construcción simbólica y la praxis cultural de la comunidad estudiantil, indagando en sus ideas sobre la enseñanza y las formas en que construyen sus ideas acerca de los aprendizajes, es decir, cómo creen que aprenden. Las voces estudiantiles reclamaban nuevas maneras de enseñar que considerasen sus vivencias y sus conocimientos. Esto nos permitió, en la segunda fase del proyecto, explorar las transformaciones necesarias dentro de las prácticas de enseñanza, creando espacios de diálogo entre las configuraciones culturales de docentes y estudiantes.

En este encuentro de voces se cuestionan las perspectivas tradicionales y estereotipos, produciendo intervenciones críticas. Las propuestas a co-construir con docentes se nutren de ellas y abren espacios para la circulación horizontal de la palabra y los saberes interdisciplinarios e interinstitucionales. Se articulan de este modo, las experiencias desarrolladas profundizando aspectos como la perspectiva de género y las mediaciones tecnológicas. Así, nuestras acciones se convierten en un territorio de preguntas e interpelaciones recíprocas, vinculando docencia e investigación en este proyecto (Arocena et. al., 2010).

El análisis de las voces relevadas permite reconocer que las experiencias escolares están atravesadas por múltiples dimensiones identitarias que se entrecruzan y configuran formas particulares de vivir la educación. Desde esta perspectiva, retomamos el concepto de interseccionalidad (Crenshaw, 1991) para pensar cómo género, clase social y cultura se articulan en la construcción de sentidos sobre la enseñanza. Las narrativas de les estudiantes dan cuenta de vivencias marcadas por desigualdades estructurales que no pueden ser comprendidas de forma aislada, sino como entramados complejos que requieren una mirada situada y relacional. Esta lectura interseccional resulta clave para repensar las prácticas docentes, ya que visibiliza los modos en que las posiciones sociales condicionan las posibilidades de acceso, permanencia y apropiación del conocimiento, e invita a diseñar propuestas pedagógicas más sensibles a la diversidad y comprometidas con la justicia educativa.

Las complejas realidades sociales de contextos heterogéneos representan una oportunidad de aprendizaje para les estudiantes. Consideramos que, al promover la integración de saberes comunitarios y académicos, se facilita la comprensión profunda de los intereses, preocupaciones y prácticas inmersivas de les jóvenes, al mismo tiempo que se impulsa el desarrollo de una práctica profesional y reflexiva (Schön, 1992) en sintonía con los desafíos del presente (Maggio, 2012).

Buscamos, por lo tanto, co-construir espacios críticos de creación didáctica, abordando cómo las concepciones, estereotipos y tradiciones invisibilizadas en los sentidos escolares operan en la producción de significados sobre la enseñanza y el aprendizaje, así como en las cuestiones de clase, cultura y género, tanto en esferas individuales como colectivas (Faur, 2008). En esta línea, cabe señalar que “la posibilidad de invención corresponde, también, a la percepción de una ruptura, de una discontinuidad, a la confrontación con un problema, tanto en la investigación como en la praxis cotidiana de la docencia” (Kap, 2024, p. 28) que configura un punto de quiebre donde lo establecido se confronta con lo emergente. De este modo, cada problema se transforma en una oportunidad para reconfigurar y renovar los saberes, impulsando la creación de prácticas críticas, comprometidas, que van más allá de lo convencional como práctica que reproduce desigualdades y unifica el conocimiento.



Diseño metodológico y construcción colectiva del análisis"

El primer acercamiento a estudiantes se realizó a través de entrevistas grabadas, en las que se interpeló sobre sus configuraciones culturales y cómo estas se reflejan en sus expectativas sobre la enseñanza. Se realizaron cincuenta entrevistas con estudiantes de cuatro instituciones educativas de la localidad de Mar del Plata (EES Nº 12, EES Nº 36, Instituto Juvenilia y CFL Nº 408) y se registraron observaciones detalladas en bitácoras por parte de les extensionistas, profundizando en sus experiencias en primera persona. Trabajamos junto a estudiantes, documentando, en piezas audiovisuales, sus percepciones sobre la enseñanza, las tensiones tecnológicas y las perspectivas de género, sistematizando estos emergentes. A través de registros etnográficos, abordamos las necesidades manifestadas por actores institucionales, lo que nos permitirá avanzar hacia prácticas innovadoras e inclusivas, promoviendo la resolución colegiada de problemas. La producción realizada nos permitió la elaboración de un primer mapeo crítico que involucra diálogos, relevamientos y observaciones participantes y no participantes, así como entrevistas en profundidad, proponiendo una retroalimentación constante en un registro colaborativo.

La integración de diversas formas de conocer se erige como fundamento esencial para construir espacios comunes en la educación. La producción de conocimiento se concibe aquí como un proceso cooperativo, donde la voz del sujeto conocido no es subsumida ni anulada por las reglas del discurso científico hegemónico, sino reconocida en su singularidad y legitimada como parte constitutiva del saber (Vasilachis de Gialdino, 2007). Este enfoque invita a repensar la didáctica de manera situada y emergente, en la que el diálogo entre saberes académicos, comunitarios y personales abre paso a prácticas reflexivas. Al reconocer y valorar la pluralidad de experiencias y representaciones, se generan entornos en los que la enseñanza se transforma en un proceso colaborativo y horizontal, propiciando la creación de un territorio compartido que conecta la vida cotidiana con la teoría.

Para el tratamiento del corpus se recurrió a estrategias propias del análisis del discurso, entendiendo que el lenguaje no solo representa la realidad, sino que también la construye y la organiza simbólicamente. Se analizó el modo en que les estudiantes y extensionistas producen sentido sobre la escuela, la enseñanza y los vínculos pedagógicos, prestando especial atención a las marcas discursivas que evidencian tensiones, demandas y formas culturales. Desde esta perspectiva, el análisis se centró en identificar regularidades temáticas, metáforas significativas, modalidades enunciativas y construcciones identitarias situadas (Verón, 1987). Este abordaje permitió poner en valor las voces de les protagonistas como productoras de conocimiento situado, reconociendo la densidad semántica de sus relatos y la potencia epistémica de sus experiencias.

El análisis del corpus se desarrolló de manera colectiva en el seno del Grupo de Extensión en Innovación Educativa, a través de instancias de lectura compartida, puesta en común de interpretaciones y construcción consensuada de categorías emergentes. Las decisiones analíticas se tomaron en diálogo, recuperando las voces de les extensionistas como co-intérpretes de las experiencias vividas, en coherencia con una epistemología situada, colaborativa y crítica.



El profe “buena onda” o de lo necesario que es generar vínculos

Algunos hallazgos preliminares revelan que las cuestiones vinculares son fundamentales en la configuración de la didáctica, subrayando la importancia de la relación entre docente y estudiante.

La voz de les protagonistas nos deja ver que

pocos profesores saben cómo relacionarse con les alumnes, que directamente es como… te pongo la regla sobre la mesa, como si estuviéramos en 1911 y vos me vas a hacer caso… y no va a pasar, porque te vamos a pasar por arriba, porque somos adolescentes. (Estudiante, 27/05/2024)

Les docentes que llegan con “buena onda” generan confianza y ganas de trabajar, mientras que con quienes “entran con mal humor directamente no nos ponemos a hacer tarea” (Estudiante, 18/08/2024).

En esta línea, creemos necesario remarcar una categoría que emerge como propia de docentes que son capaces de abrir el diálogo y generar puntos de encuentro: “profes buena onda”. Insistentemente aparece este concepto asociado a buenos profesores por les estudiantes. Concepto que va de la mano de descripciones como “conoce a los estudiantes”, “explica varias veces cuando alguien no entiende”, “son pacientes”, “generan confianza”, “tienen empatía”, “tienen ganas de dar la clase”, “son organizados” y “manejan los contenidos”. En este sentido, las buenas docentes no dejan de lado los saberes, son capaces de tender vínculos entre ese mundo de la academia y les adolescentes.

Les estudiantes demandan un acercamiento que les haga protagonistas, que les otorgue la participación que merecen en un proceso que, paradójicamente, parece excluirlos. La crítica común es que los contenidos están alejados de sus realidades y que les profesores no generan un vínculo que permita que la relación docente-alumno sea agradable y memorable. Demandan respeto, buen trato y horizontalidad, aspectos fundamentales para que las transformaciones operen en un marco de consideración por la disidencia, el cambio y la alteridad.

La crítica es común: principalmente los contenidos alejados de las realidades en la que viven y los profesores sin ánimos de generar un vínculo para que esta relación docente-alumno sea agradable y que perdure como buenos recuerdos una vez que ya no estén recorriendo el año escolar juntos. Elles demandan respeto, buen trato y horizontalidad, por sobre todas las cosas. (Extensionista del GEIE, Andrea, 28/06/2024)

En este punto es imprescindible remarcar la idea del respeto que atraviesa las entrevistas ya que para que las transformaciones sean posibles deben operarse en un marco de respeto por la disidencia, el cambio y la alteridad que favorezca un diálogo entre culturas. Es “el respeto (lo) que elles demandan de les docentes por sobre todas las características que tiene que tener una buena profe: el respeto a ser adolescente, a las diversidades, a las vivencias, tiempos y espacios de cada une como ser humano” (Andrea, 14/06/2024).

Pero como señalamos hay algo del orden de los sentidos que también opera, les estudiantes buscan lo vincular para establecer desde ahí puentes que permitan pensar los saberes enlazados con sus propias culturas con la necesidad de encontrar un sentido, cuenta Luciana en sus bitácoras:

Sus historias me conmueven, es inevitable pensar que hay chiques que desean estudiar y que, por cuestiones de la vida, terminan en un sistema educativo que no les conmueve ni moviliza. Ambos afirman que sus familias son conscientes de que terminen el colegio, pero no saben qué les depara el futuro, saben que deben trabajar y afirman desde ese lado, poder acabar con el secundario para “ser alguien” (Extensionista del GEIE, Luciana 14/06/2024).

La tensión entre el deber ser y la significatividad de lo que se hace, opera al interior de una cultura que siente a la escuela lejana. No por la constitución de su cultura escolar sino por lo complejo de las relaciones en las que las distancias generacionales operan en la imposibilidad de la construcción de vínculos sobre los cuales edificar saberes, no solo en un sentido material, sino también validados socialmente. Les estudiantes nos dicen

la escuela no la veo como algo necesario… yo la veo completamente innecesaria, la veo inútil, porque no veo que ningún pibe tenga ganas de estar en la escuela… que ninguno tenga ganas de convivir con el otro… que ninguno tenga ganas de verle la cara al otro. (Estudiante, 27/05/2024)

Hay, sin dudas, una construcción del sentido de la escuela en la que es necesario operar para que la realidad se transforme en un espacio no solo necesario, sino también funcional a las necesidades de les jóvenes. Una escuela capaz de navegar entre culturas en las que las nuevas prácticas culturales no se presenten ajenas sino como parte de la dinámica propia de las trasformaciones permanentes (Bacher, 2018). Es aquí donde las prácticas de enseñanza tienen un rol indispensable en la construcción de sentido en la medida en que son entornos de posibilidad entre diversas culturas.

Las prácticas de enseñanza se convierten en el punto de encuentro donde diversos mundos convergen y se entrelazan. Estos mundos incluyen no sólo las culturas individuales de docentes y estudiantes, sino también las culturas institucionales, disciplinares y sociales más amplias. Según Wenger (2001), el aprendizaje ocurre a través de la participación en comunidades de práctica, donde los significados se negocian constantemente. En este contexto, las imágenes que cada actor trae consigo –sus creencias, valores, experiencias previas y expectativas– juegan un papel crucial en cómo se desarrolla el proceso educativo. Moscovici (1979) argumenta que estas representaciones sociales no son simples reproducciones de la realidad, sino construcciones activas que dan sentido al mundo y guían nuestras acciones.

La unión de estos mundos y representaciones en las prácticas de enseñanza crea un espacio rico en posibilidades para el aprendizaje transformador. El aprendizaje más significativo ocurre cuando nuestros marcos de referencia son desafiados y reconstruidos a través del diálogo crítico y la reflexión. En este sentido, las prácticas de enseñanza se convierten en un laboratorio vivo donde diferentes perspectivas se encuentran, se cuestionan y se enriquecen mutuamente. Como señala, una vez más, uno de les extensionistas en sus bitácoras:

Una experiencia muy gratificante y enriquecedora, siento que ir al territorio a buscar estos testimonios es una vivencia que no se puede explicar, solo hay que experimentarla: cada historia de vida que me es compartida abre un sinfín de reflexiones, interrogantes y pensamientos que se entraman para concluir en una dicha por el poder contribuir en este proyecto que estamos siendo. (Extensionista del GEIE, Andrea, 28/06/2024).

La convergencia entre las voces de les estudiantes y las de les extensionistas pone de manifiesto una necesidad compartida de romper con las estructuras tradicionales de la enseñanza. Les estudiantes expresan de manera clara su deseo de una relación docente que trascienda la simple transmisión de contenidos, anhelando un acercamiento que reconozca sus experiencias, intereses y realidades. En paralelo, las intervenciones de les extensionistas enfatizan la importancia de que les docentes se posicionen como facilitadores de espacios de diálogo y reciprocidad, capaces de tender puentes entre el mundo académico y el universo juvenil.

Esta intersección revela que la figura del “profe buena onda” se erige como un agente transformador, cuyo perfil –marcado por el diálogo, la paciencia y la capacidad de generar confianza– es fundamental para la construcción de vínculos sólidos en el aula. Tanto estudiantes como extensionistas coinciden en que dicho enfoque relacional es crucial para resignificar la experiencia educativa, haciendo de la escuela un espacio no solo de aprendizaje formal, sino también de construcción colectiva del conocimiento y de afirmación de la identidad. El diálogo, la paciencia y la capacidad de generar confianza, posibilitan una conexión genuina que permite que las prácticas de enseñanza se transformen en espacios de conversaciones y co-construcciones. En un contexto donde se imponen las relaciones jerárquicas tradicionales, el perfil docente caracterizado como el “profe buena onda” impulsa una educación más inclusiva y participativa, donde se reconocen y valoran las diversas realidades culturales y personales de les estudiantes.

Así, el reto de generar vínculos se convierte en el motor que facilita el encuentro entre saberes, enriqueciendo el proceso educativo, fomentando una transformación crítica en la escuela y se traduce en propuestas que consideran el compromiso, la interrelación y el respeto mutuo, como pilares que impulsan la transformación de las prácticas docentes.



Epílogo o puentes por tender

A partir del análisis del corpus compuesto por entrevistas y bitácoras, se identificaron categorías emergentes que orientaron la interpretación cualitativa de los datos. Estas categorías no fueron establecidas a priori, sino que surgieron de manera inductiva, en sintonía con los principios del análisis del discurso y con una perspectiva situada y crítica de la investigación educativa. Si bien se trata de una sistematización flexible y provisoria, estas categorías permiten organizar los sentidos compartidos por les participantes y detectar líneas de fuerza en sus narrativas:

  1. Vínculo pedagógico: expresado en la necesidad de establecer relaciones de confianza, horizontalidad y reconocimiento mutuo entre docentes y estudiantes.

  2. Respeto: como demanda central hacia les docentes, vinculada con la aceptación de la diversidad, los tiempos propios y la condición adolescente.

  3. Profe buena onda”: figura simbólica que sintetiza una disposición docente empática, cercana, explicativa y comprometida, valorada por les estudiantes.

  4. Sentido de la escuela: percepciones sobre la utilidad o inutilidad de la experiencia escolar, atravesadas por emociones, frustraciones o deseos de futuro.

  5. Distancia generacional: tensiones entre culturas juveniles y lógicas escolares tradicionales, que obstaculizan la construcción de aprendizajes significativos.

  6. Transformaciones culturales: referencias a las nuevas prácticas sociales, mediaciones tecnológicas y sensibilidades contemporáneas que atraviesan la experiencia escolar.

Estas categorías funcionaron como ejes interpretativos que guiaron la lectura crítica del material empírico, permitiendo poner en diálogo las voces de les estudiantes y extensionistas con los marcos teóricos y los objetivos del proyecto.

El proyecto que presentamos aún está en ciernes, sin dudas, queda un arduo camino por delante. A partir de las voces de estudiantes, se trabajará con docentes para la construcción de propuestas de enseñanza y evaluación novedosas que consideren las inquietudes estudiantiles. Pero creemos que lo trabajado hasta aquí contribuye enormemente a pensar las culturas juveniles como culturas en permanente movimiento, de manera de poder establecer vínculos entre las culturas escolares y los entornos de producción de sentido de les jóvenes a fin de que no parezcan disociadas en las prácticas de enseñanza y den cuenta del potencial transformador que emerge del encuentro entre culturas diversas. La integración de saberes comunitarios y académicos, articulada a través de prácticas de enseñanza innovadoras y reflexivas, permite cuestionar y reconfigurar las ideas tradicionales de la escuela y la enseñanza. Los testimonios de estudiantes y docentes, junto con el análisis etnográfico realizado en el territorio, evidencian la necesidad de establecer vínculos horizontales y significativos que promuevan una construcción colectiva del conocimiento.

Esta experiencia reafirma la importancia de concebir la educación como un espacio dinámico y plural, en el que la intervención crítica y el diálogo permanente propician la transformación de prácticas que, en ocasiones, reproducen desigualdades y distancian a las personas de su propio aprendizaje. Así, el proyecto se erige como un espacio de experimentación y de innovación pedagógica y didáctica que –aunque en proceso– abre caminos hacia una enseñanza más inclusiva, equitativa y comprometida con la emancipación y el pensamiento crítico.

El recorrido nos permite pensar la necesidad de abrir diálogos entre mundos que parecen antitéticos pero que buscan inexorablemente encontrarse. Una realidad compleja de jóvenes que buscan que docentes comprendan su mundo desde alternativas que integren universos simbólicos distintos y variados más allá de imposiciones fútiles y vacías de sentido.

Aún quedan desafíos significativos por abordar. Por un lado, se debe consolidar una práctica docente que vaya más allá de prácticas tradicionales, integrando de manera genuina las representaciones emergentes y los saberes propios de las juventudes. Esto implica romper con estructuras institucionales rígidas y fomentar espacios de diálogo permanente entre docentes, estudiantes y comunidades, donde la participación sea verdaderamente horizontal y las voces se escuchen y valoren.

Por otro lado, es necesario profundizar en la interseccionalidad y la diversidad, reconociendo las múltiples realidades y contextos socioculturales que configuran las experiencias de aprendizaje. Como señala Martin-Barbero (2009), se trata de comprender que las transformaciones sociales y culturales que se configuran a partir de las tecnologías de la comunicación y la información no llegan a la escuela desde afuera sino tatuadas en el cuerpo como parte de las sensibilidades de les estudiantes. El reto consiste en diseñar prácticas de enseñanza inclusivas y críticas, capaces de responder a las transformaciones culturales y tecnológicas de nuestro tiempo, sin reproducir desigualdades ni exclusiones.

Finalmente, se plantea el desafío de documentar y evaluar de forma rigurosa estos procesos de cambio para poder replicar y escalar las iniciativas innovadoras. Solo a través de un compromiso sostenido y de la construcción de vínculos sólidos entre la teoría y la práctica, será posible transformar la enseñanza en un espacio que abrace la complejidad de las culturas contemporáneas y fomente una educación verdaderamente emancipadora.





Referencias

Arocena, R.; Tommasino, H; Rodríguez, N.; Sutz, J.; Álvarez Pedrosian, E.; Romano, A. (2010). Integralidad. Tensiones y Perspectivas. Cuadernos de Extensión. Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (CSEAM).

Atkinson, R., & Flint, J. (2001). Accessing hidden and hard-to-reach populations: Snowball research strategies. Social Research Update, 33. University of Surrey. http://sru.soc.surrey.ac.uk/SRU33.html

Bacher, S. (2018). Navegar entre culturas. Educación, comunicación y ciudadanía digital. Paidós.

Bruner, J. (1997). La educación: puerta de la cultura. Visor.

Burgos, A, Gluz, N. y Karolinski, M. (2008). Las experiencias educativas de los movimientos sociales: reflexiones en torno a la construcción de autonomía”. V Jornadas de Sociología de la UNLP. Universidad Nacional de La Plata.

Chartier, R. (1992) El mundo como representación. Gedisa.

Crenshaw, K. (1991). Mapping the margins: Intersectionality, identity politics, and violence against women of color. Stanford Law Review, 43(6), 1241–1299. https://doi.org/10.2307/1229039

De Landa, M. (2021). Teoría de los ensamblajes y complejidad social. Tinta Limón.

Dewey, J. (2010 [1938]). Experiencia y Educación. Biblioteca Nueva.

Faur, E. (2008). Desafíos para la igualdad de género en la Argentina. Programa Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD.

Freire, P. (2004 [1969]). La educación como práctica de la libertad. Siglo XXI.

Kap, M. (2020). Una didáctica transmedia: derivas sobre mutaciones y nuevas mediaciones en el campo de la didáctica. RAC - Revista Argentina de Comunicación, 8(11), 82-109. https://fadeccos.ar/revista/index.php/rac/article/view/34

Kap, M. (2024). Vanguardias didácticas. Prácticas de enseñanza indisciplinadas en la educación superior. Prometeo.

Litwin, E. (1996). El campo de la didáctica: la búsqueda de una nueva agenda. En Camilloni, A. y cols. (Eds.) Corrientes Didácticas Contemporáneas. Paidós.

Macchiarola, V. (2022). Extensión Crítica. Aproximaciones epistemológicas a una práctica universitaria alternativa. Saberes y prácticas. Revista de Filosofía y Educación, 7(1), 1-14.

Maggio, M. (2012). Enriquecer la enseñanza. Los ambientes con alta disposición tecnológica como oportunidad. Paidós.

Martin-Barbero, J. (2009). Cuando la tecnología deja de ser una ayuda didáctica para convertirse en medicación cultural” Revista Electrónica Teoría de la educación: Educación. 10(1), 19-31.

Moscovici, S. (1979 [1961]). El psicoanálisis, su imagen y su público. Ed. Huemul.

Perrupato, S. (2025). Culturas Pardas en la escuela. Aportes para pensar el concepto de hibridación en la educación postpandémica. Polifonías, 14(27), 164-187. https://plarci.org/index.php/polifonias/article/view/1756

Sassen, S. (2015). Expulsiones. Brutalidad y complejidad en la economía global. Katz Editores.

Schön, D. (1992). La Formación de Profesionales Reflexivos: Hacia un Nuevo Diseño de la Enseñanza y el Aprendizaje en Las Profesiones. Paidós

Svampa, M. (2007). ¿Hacia un nuevo modelo de intelectual? Revista Ñ. 29/07/07.

Tommasino, H., Cano, A. (2016). Modelos de extensión universitaria en las universidades latinoamericanas en el siglo XXI: tendencias y controversias. Universidades, 67, pp. 7-24.

Vasilachis de Gialdino, I. (2007). El aporte de la epistemología del sujeto conocido al estudio cualitativo de las situaciones de pobreza, de la identidad y de las representaciones sociales. Forum: Qualitative Social Research. 8 (3), 1-22.

Verón, E. (1987). La semiosis social. Fragmentos de una teoría de la discursividad. Gedisa.

Wenger, E. (2001). Comunidades de práctica: aprendizaje, significado e identidad. Paidós.





Biografía de autore/as:

Miriam Kap. Doctora en Humanidades y Artes con mención en Ciencias de la Educación (UNR), Magister y Especialista en Ciencias Sociales y Humanidades (UNQ), Diplomada en Estudios Superiores en Constructivismo y Educación (FLACSO), Diplomada en Estudios Superiores en Educación y Nuevas Tecnologías (FLACSO). Licenciada en Ciencias de la Educación, con orientación en Tecnología Educativa (UBA). Profesora regular a cargo de la Cátedra de Didáctica General de la Facultad de Humanidades y Profesora regular a cargo de la Cátedra de Didáctica y Prácticas de la Enseñanza I y II de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, ambas de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Se desempeña como Profesora Titular, realizando tareas de asesoría en procesos de evaluación en la Secretaría de Asuntos Laborales Universitarios. En Investigación dirige el Grupo de Investigación en Didáctica, Educación y Transformaciones Culturales (GIDET). En Extensión dirige el Grupo de Extensión en Innovación Educativa (GEIE). Es autora libros, capítulos y artículos en revistas académicas.



Sebastián Perrupato. Doctor en educación (Universidad Nacional de Rosario) y doctor en historia (Universidad Nacional de Mar del Plata). Postdoctorado en Humanidades y Ciencias Sociales (Universidad de Buenos Aires). Docente en la cátedra de Didáctica General de la Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata. Docente de posgrado en diferentes universidades nacionales. Co-Director del Grupo de Extensión en Innovación Educativa. (GEIE). Co-director del Grupo de Investigación en Didáctica, Educación y Transformaciones Culturales (GIDET). Participante de diferentes proyectos de extensión e investigación. Es autor de múltiples publicaciones de libros, capítulos y revistas académicas.







1 La idea de un intelectual híbrido que pueda moverse entre los mundos de la extensión, la investigación y la docencia ha sido acuñada por Maríastela Svampa (2007) hace algunos años.

11