Educación popular para la post-pandemia: construyendo los inéditos-viables

Popular education for the post-pandemic: building the unprecedented-viable

Oscar Jara Holliday. Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (Ceaal), Costa Rica.

Palabras clave: Covid-19; pandemia, educación popular, Latinoamérica, Paulo Freire
Keywords: Covid-19; pandemic, popular education, Latin America, Paulo Freire
Para citación de este artículo: Holliday, O.J.; (2020). Educación popular para la post-pandemia: construyendo los inéditos-viables. En Revista Masquedós N° 6, Año 6. Secretaría de Extensión UNICEN. Tandil, Argentina.
Recepción: 18/09/2020 Aceptación final: 05/04/2021

Resumen

El artículo pretende abordar los desafíos que presenta para la educación la crisis producida por la avanzada neoliberal y la posterior pandemia del Covid-19, con consecuencias aún imprevisibles para el futuro de América Latina y el Caribe. En este contexto se ha hecho aún más necesario disputar desde una concepción y una práctica de Educación Popular el modelo de sociedad al que aspiramos, fundamentados en una ética del cuidado de la vida y en políticas en beneficio de las mayorías, el momento histórico nos presenta una oportunidad para construir otra matriz cultural hegemónica, inspirada en la propuesta de Paulo Freire de construir “inéditos-viables”.

Abstract

The article aims to address the challenges for education presented by the crisis produced by the advanced neoliberal movement and the subsequent Covid-19 pandemic, with consequences that are still unpredictable for the future of Latin America and the Caribbean. In this context, it has become even more necessary to dispute from a conception and a practice of Popular Education the model of society to which we aspire, based on an ethics of caring for life and policies for the benefit of the majority, the historical moment presents us an opportunity to build another hegemonic cultural matrix, inspired by Paulo Freire’s proposal to build “unpublished-viable”.

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El contexto latinoamericano y caribeño desde antes de la crisis producida por la pandemia del COVID 19, estaba atravesado por una ofensiva neoliberal en distintas dimensiones (política, económica, socio ambiental, cultural) que se había extendido por toda nuestra región con una fuerza inusitada en los últimos dos años: el golpe de Estado de Bolivia, el viraje del gobierno en Ecuador, la agresividad del gobierno Brasileño, el creciente bloqueo a Cuba y Venezuela, el resultado de las elecciones en Uruguay, etc. reflejan unas dinámicas de polarización que incluyeron grandes movilizaciones populares en Haití, Ecuador, Chile y Colombia, la caravana de migrantes centroamericanos, o la derrota del partido Cambiemos en Argentina. Estos y otros factores como el creciente número de dirigentes sociales y ambientales asesinados especialmente en Colombia, México y Honduras, aunque también en otros países como Costa Rica, visibilizan la magnitud de esta ofensiva y la polarización que ella ha producido con respecto a propuestas y movimientos progresistas. Los primeros meses del 2020 muestran también un preocupante crecimiento de casos de agresiones contra las mujeres y de feminicidios, expresión de lo cruda y generalizada que es esta situación de múltiples violencias que vivimos.

En estas circunstancias, llega la crisis producida por la pandemia del Corona-virus, con consecuencias aún imprevisibles para el futuro de nuestra región y para nuestro planeta. El análisis de su impacto en las relaciones económicas, políticas, sociales, ambientales y culturales de nuestras sociedades, así como la formulación de propuestas de cómo enfrentar estos impactos, es objeto también de disputas entre sectores e intereses de clase que atraviesan todos los campos: la salud, condiciones de vida, rol del Estado, políticas económicas y sociales, y todo lo concerniente con lo educativo.

Por eso, en este contexto se ha hecho aún más necesario disputar desde una concepción y una práctica de Educación Popular el modelo de sociedad al que aspiramos, fundamentados en una ética del cuidado de la vida y en políticas en beneficio de las mayorías. Retomar, resignificar y recrear la dimensión profunda del sentido de nuestras prácticas y procesos organizativos en función de otro modelo civilizatorio que reemplace al actual modelo hegemónico cuya crisis se agudiza con esta pandemia. Ante este contexto y las circunstancias que vivimos actualmente en la región, podemos identificar algunos desafíos presentes para nuestros procesos:

Querámoslo o no, estamos viviendo un cambio de época que puede constituir una oportunidad para que –desde los procesos de educación y participación popular- impulsemos con mayor fuerza el desmonte de las lógicas y patrones culturales capitalistas, patriarcales, extractivistas, individualistas, racistas y coloniales y que desde las prácticas solidarias podamos construir espacios, propuestas, proyectos, programas que protagonizados por los sectores populares se constituyan en los nuevos referentes de otra manera de vivir.

Es importante comprender y resaltar que los procesos de educación popular no son solamente un método, no responden sólo a una metodología o al uso de algunas técnicas, sino que están basados en una filosofía, un paradigma emancipador ético, político y pedagógico. Este paradigma de la solidaridad, este paradigma de las personas como sujetos creadores de las sociedades, es un paradigma que se expresa desde el sentido ético de la vida en la construcción política de otras

relaciones de poder, lo cual fundamenta y orienta una pedagogía que − como proceso dialógico, crítico, horizontal y transformador − posibilita construir espacios y sujetos que edifiquen una sociedad democrática y relaciones democráticas en todos los campos y niveles de la vida social, como espacios pre-figurativos en los cuales podemos mostrar y mostrarnos que es posible vivir de otra manera que la que nos impone el sistema. Es una manera también de desaprender las relaciones de poder autoritarias, verticales y patriarcales en que nos hemos formado, explorando otras formas de ejercicio de poder, que sean solidarias, sinérgicas, constructoras de lo colectivo.

Los procesos de educación popular deben también constituirse en espacio de creación de afectos, de cuidado mutuo, de construcción de confianzas y complicidades, de valorización de las características de cada persona en su particularidad. Espacios donde no solo la mente, las ideas o los argumentos están presentes, sino donde transita todo nuestro cuerpo con nuestras emociones, sensibilidades, sensualidades, empeños y frustraciones. Espacios donde se manifiesta de forma viva la esperanza y los sueños compartidos. Espacios de creación y ejercicio de la creatividad, donde todos los lenguajes y forma de expresión tienen cabida para desplegarse libremente.

Por eso la inspiración freiriana de una educación liberadora que construye las capacidades de las personas como sujetos comprometidos con una transformación social de la historia (Freire, P. 1997), implica una formación integral en que los procesos pedagógicos puedan desarrollar todas nuestras capacidades: intelectuales, emocionales, imaginativas, comunicacionales, técnicas... Sería una contradicción llevar a cabo procesos educativos autoritarios, verticales o doctrinarios, para lograr procesos de convivencia realmente humana y de participación democrática. De ahí la crítica a la educación “bancaria”, por vertical y autoritaria. De ahí la propuesta de una educación problematizadora, dialógica y horizontal, que vincula la práctica con la teoría, que desarrolla el pensamiento crítico, la ecología de saberes y la vocación de humanización, por lo tanto, desarrolla las capacidades humanas transformadoras para llegar a ser sujetos protagonistas de la historia.

Vuelve a hacerse presente aquí, con gran actualidad y fuerza aquella propuesta Freiriana que apareció por ver primera en su texto Pedagogía del Oprimido (Freire, 1970), que es la de enfrentarse a las “situaciones límites” constituyendo “inéditos viables”. La categoría de lo “inédito-viable” es una de las categorías más potentes del pensamiento freiriano y también una

de las categorías que hoy tiene mayor actualidad en este momento de la historia en que la pandemia está creando en muchos campos “situaciones límites”, lo que nos obliga a pensar cómo es que podemos trascenderlas, superarlas.

Las situaciones límites según Freire, son aquellas en que la historia se nos presenta como predeterminada y frente a las que supuestamente no hay otra alternativa posible. Entonces lo que queda ante ellas sería adaptarse, resignarse pasivamente pues estamos ante algo imposible de cambiar. Pero precisamente la categoría de lo inédito-viable
significa la posibilidad de transcenderlas, de superarlas críticamente, problematizándolas, denunciándolas y resistiéndose a la tentación de resignarse ante ellas. Supone impulsar un doble movimiento que es epistemológico, ético, político y pedagógico: el primer movimiento es la indignación, la problematización, la denuncia; el segundo es el del anuncio de la posibilidad de su transformación y los pasos para hacerla. Y es en este doble movimiento que se coloca para nosotros el gran desafío de no ser objetos de una historia que otros nos imponen, sino de ser sujetos de la Historia, capaces de construir las posibilidades las opciones que hacen posible construir nuestros sueños.

Lo inédito-viable significa la creación de capacidades, de complicidades, de condiciones y disposiciones que nos permiten hacer que las utopías se puedan concretar en la historia (Freire,

P. 2000). No significa que puedan realizarse plenamente hoy y ahora, sino que podamos realizar hoy los cambios más profundos que sean posibles, gracias a los cuales crearemos condiciones para que otros cambios que ahora no podemos hacer, sí puedan ser posibles. No es una visión gradualista de ir “poquito a poco” cambiando las cosas, sino que podamos hacer el cambio más radical –inédito- que sea posible hoy, para que se generen así las posibilidades de realizar luego cambios y transformaciones que ahora no podemos hacer. Se trata, en definitiva, como tituló Nita Freire una compilación de textos inéditos de Paulo Freire, de una “Pedagogía de los sueños posibles” (Freire, P. 2001).

Esta pandemia no es solo una crisis sanitaria. Ella expresa una crisis de todo el modelo civilizatorio dominante actual que no tiene ya posibilidades de continuar expandiéndose en su lógica capitalista, de dominación patriarcal, colonial, racista, extractivista y excluyente. Tenemos que aprovechar este momento para problematizarla críticamente, radicalmente, como una situación límite a superar, no buscando volver a la “normalidad” que existía antes, la cual no tiene futuro.

Para enfrentar esta situación límite, no basta sólo problematizarla y denunciarla, tenemos que movilizarnos y hacer también cambios, propuestas, acciones efectivas, iniciar procesos… pero no se trata de cualquier tipo de cambios, sino de aquellos que contengan en sí la fuerza de la afirmación utópica, de la democracia radical y el cuidado de la vida. Por eso este momento histórico es un momento clave para la inspiración, para la creatividad, para la articulación de muchas y distintas iniciativas que tal vez por sí solas no puedan cambiar el sistema, pero articuladas puedan generar movimientos y sinergias poderosas, creando condiciones que posibiliten transformaciones más profundas, inspiradas por una dinámica ética, política, pedagógica que prefigure y dé bases para una sociedad del futuro.

Una educación liberadora, crítica, participativa, puede crear espacios de libertad, espacios horizontales de diálogo, de encuentro, de inspiración creadora. Espacios democráticos que democraticen el conocimiento y democraticen las relaciones de poder, modificando la matriz cultural hegemónica que actualmente nos domina. Salir del aislamiento, el individualismo y la competitividad, para encontrar posibilidades conjuntas y solidarias que irán más allá de la suma de nuestros esfuerzos particulares. Vincular como parte de un solo proceso los esfuerzos de investigación, enseñanza-aprendizaje, comunicación, movilización y acción social. Crear en este momento de crisis estos espacios, superando los moldes tradicionales caducos, son la mejor posibilidad que tenemos para construir las bases de otras relaciones económicas, sociales, políticas y culturales.

Por eso, la “nueva normalidad”, la educación de la pos-pandemia, no deberá ser la que nos impongan, desde la instauración de modelos y estructuras tecnológicas que contribuyan a su privatización y apropiación por las transnacionales de la telecomunicación y la informática, sino la que podamos construir desde procesos de educación popular, impulsando el pensamiento crítico, el cuestionamiento radical, la visión holística, el respeto a las diversidades, el desarrollo de capacidades de aprendizaje, de investigación y comunicación, el sentido solidario y el cuidado de la vida para la transformación de la realidad actual. Por eso no tiene sentido preguntase “cómo serán las cosas cuando termine la pandemia”, sino “cómo queremos que sean las cosas cuando termine la pandemia”, y trabajar cada día en conseguirlo. Este momento histórico, en realidad, es una gran oportunidad para cambiar lo que debe de cambiar, construyendo inéditos-viables.

Referencias bibliográficas:

Freire, P. (1970) Pedagogía del Oprimido, Tierra Nueva, Montevideo.

Freire, P. (1997) Pedagogía de la Autonomía. Saberes necesarios para la práctica educativa. S.XXI ed. México. Freire, P. (2000) Pedagogia da indignação, cartas pedagógicas e outros escritos. Unesp, São Paulo.

Freire, P. (2001) Pedagogia dos Sonhos Possíveis, (org. Ana María Araujo Freire), Unesp, São Paulo. Santos, B. de S. (2020) La cruel pedagogia del vírus, Clacso, Buenos Aires. Pdf.

Freire, P. (2001) Pedagogia dos Sonhos Possíveis, (org. Ana María Araujo Freire), Unesp, São Paulo.

Santos, B. de S. (2020) La cruel pedagogia del vírus, Clacso, Buenos Aires. Pdf.